El Taj Mahal es un mausoleo construido por el emperador musulmán Sha Jahan en honor a su esposa preferida, Mumtaz Mahal, muerta al dar a luz. Taj Mahal significa “La Joya del Palacio”. Es la obra cumbre de la arquitectura mogol y está considerado entre los edificios más bellos del mundo, de ahí que haya sido elegido comouna de las nuevas siete maravillas del mundo.
El Taj Mahal fue construido entre 1631 y 1654 en la ciudad de Agra, India, a orillas del río Yamuna Combina elementos de arquitectura islámica, persa, india e incluso turca y se estima que su construcción ocupó a 20.000 hombres.
La repentina muerte de Mumtaz Mahal, la perla del Palacio, la favorita del rey Shah Jahan al darle su decimocuarto hijo lo dejó sumido en la más pura desolación. En su memoria construyó el mausoleo de Taj Mahal, con el que quiso ofrecerle el palacio y la corona que no tuvo en vida. 22 años de construcción, pero incluso en sus últimos años, enclaustrado en el Fuerte Rojo desde donde contemplaba el Taj Mahal, no fueron suficientes para el olvido.
El río Yamuna, llega a Agra en dirección Norte-Sur, pero en la ciudad describe una curva dirigiéndose hacia el este; y es en este tramo, y cuando ya va a abandonar la ciudad, donde sus aguas reflejan la gran belleza del monumento que se eleva en su orilla derecha: el Taj Mahal, construido por el emperador Shah Jahan (Emperador del Mundo) para su esposa, la emperatriz Aryumand Banu Begam, más conocida como Mumtaz-i Mahal.
Mumtaz-i Mahal se casó con Shah Jahan en 1612. Era nieta de Itimad-ud-daulah, ministro principal del emperador Jahangir, y también sobrina de la esposa de este, Nur Jahan. No fue la primera esposa del príncipe Shah Jahan, pero fue su favorita. En 1631, unos años después de la ascensión de este al trono, y cuando le acompañaba en su campaña en el Decán, murió al dar a luz a su decimocuarto hijo.
Una Bella Historia de Amor
El príncipe Kurram había sido educado como príncipe y como místico. Despojado de los intereses mundanos, aprendió gramática, lógica, matemáticas, astronomía y geología. Dominaba el árabe (la lengua del Corán) y el persa (la lengua de la Corte). En un bazar alegre y colorido, sus ojos se encontraron con los de la princesa persa-musulmana Arjumand, de sólo 15 años, hija del Primer Ministro de la Corte.
El príncipe, impresionado por su belleza, preguntó el precio del collar de cristal que ella se estaba probando. Le respondieron que no era de cristal sino de diamantes. El príncipe pagó sin dudarlo y así conquistó de inmediato el corazón de la princesa. Pero los novios tuvieron que esperar cinco años para casarse, tiempo durante el cual no pudieron verse ni una vez... Finalmente la boda tuvo lugar en el año 1612, con una ceremonia espectacular, en la que el Emperador nombró a Arjumand: Mumtaz Mahal, La Elegida del Palacio. El príncipe fue coronado unos años después y al coronarse tomó el nombre de Shah Jahan, Rey del Mundo y gobernó en paz. Pero años después de coronarse, sufrió la peor tragedia de su vida. Su amada y fiel esposa, Mumtaz Mahal, no resistió el parto de un nuevo hijo. En su lecho de muerte, la reina le pidió a su rey que construyera en su memoria un monumento sin igual en el mundo...
No se sabe quién fue exactamente el arquitecto del Taj Mahal. Se menciona el nombre de Ustad Isa. Lo cierto es que en Agra se reunieron las mayores riquezas del mundo: el mármol fino y blanco de sus paredes se trajo de las canteras de Jodhpur, jade y cristal de la China, turquesas del Tibet, lapislázuli de Afganistán, crisolita de Egipto, ágata del Yemen, záfiros de Ceylán, amatistas de Persia, coral de Arabia, malaquita de Rusia, cuarzo de los Himalayas, diamantes de Golconda y ámbar del océano Indico. En una curva del río Yamuna se construyó el increíble mausoleo.
El Taj Mahal está emplazado en un jardín simétrico, típicamente musulmán, dividido en cuadrados iguales, cruzado por un canal flanqueado por dos filas de cipreses donde se refleja su imagen más imponente. El mausoleo, por dentro, deslumbra menos que por fuera. Igual tiene razones para impresionar: en penumbra, la cámara mortuoria está rodeada de finas paredes de mármol incrustadas con piedras preciosas que filtran la luz natural, traduciendo su belleza en mil colores. La sonoridad del interior, amplio y elevado, es triste y misteriosa, como un eco que suena y resuena, y nunca se detiene.
El hijo del Shah Jahan rompió con la simetría, por venganza, por envidia o por amor, al enterrar a su padre al lado de Mumtaz Mahal. Ella está representada por una pequeña loza, y el Rey, por un tintero, símbolo de la mujer como un papel en blanco en la que escribe su marido.
El Shah Jahan vivió sus últimos años prisionero en el Fuerte Rojo, desde donde contemplaba el Taj Mahal a través de su ventana. En su lecho de muerte, a los 74 años, pidió que se le colocara un espejo para ver la tumba de su esposa. Se dice que cuando murió, miraba el Taj Mahal...
El Taj Mahal
No se trata de un solo edificio, sino de todo un complejo de grandes dimensiones. Rodeando al recinto hay una alta muralla de arenisca roja, rodeada a su vez de jardines, con una monumental puerta de entrada en el sur; por ella se accede a un inmenso patio de 300 m de ancho con un estanque de mármol en el centro y numerosos jardines y fuentes; el mausoleo propiamente dicho, construcción a la que habitualmente se hace referencia con la denominación de Taj Mahal, flanqueado por dos edificios simétricos, se halla justamente al otro lado del patio, en el norte, siendo el río el telón de fondo de todo el conjunto; también hay otras edificaciones de menos importancia.
En la puerta de entrada hay un gran arco; a ambos lados y también en su interior, hay otros arcos más pequeños dispuestos en dos pisos; la piedra roja se combina con mármol blanco incrustado de piedras semipreciosas que dibujan motivos florales e inscripciones en grafía árabe.
A ambos lados de los arcos laterales y tanto en la fachada exterior como en la interior, que tiene la misma estructura, hay unas torres que culminan en chattris (kioscos con cúpula); y sobre el gran arco central hay una especie de galería sobre la que se disponen once pequeñas cúpulas, tanto en la parte exterior como en la interior; en total 22 pequeñas cúpulas que simbolizan los 22 años que duró la construcción del Taj Mahal.
Por fin se llega al inmenso patio surcado de jardines y fuentes que rodea al Taj Mahal; desde la oscuridad del arco de la entrada se ve, justo en frente, el grandioso monumento blanco. En la parte interior de la muralla que rodea al recinto hay soportales con arcos lobulados desde los que también hay una hermosa vista.
El Taj Mahal es una maravilla de formas y proporciones; está situado sobre una plataforma de mármol a la que se accede descalzo o con los zapatos cubiertos por unas babuchas que allí proporcionan. Se trata de un edificio cuadrado con las esquinas truncadas por lo que adquiere forma octogonal irregular. En cada una de las cuatro fachadas, unos arcos ordenados en dos pisos flanquean un alto arco central cuyo reborde se levanta más alto que el resto de la fachada. El chaflán correspondiente a cada esquina tiene la misma anchura y estructura que las partes laterales de las fachadas principales, de forma que entre cada gran arco y el siguiente hay tres lados iguales que dan la vuelta a la esquina armoniosamente.
Sobre el edificio hay una gran cúpula en el centro que es la Corona del palacio, Taj Mahal. Rodeando a esta hay cuatro chattris de cúpulas mas pequeñas; y en los extremos de la plataforma se alzan cuatro minaretes culminados en cúpulas mas pequeñas aún, construidos con cierta inclinación hacia afuera para que, en caso de derrumbamiento, no caigan sobre el edificio principal. Pináculos metálicos rematan todas las cúpulas.
A ambos lados de este conjunto se hallan dos edificios idénticos: al oeste una mezquita de tres cúpulas construida en arenisca roja y mármol blanco,
al este el llamado eco de la mezquita que no se usa para el culto por estar orientado en dirección errónea y cuya finalidad es mantener la simetría.
El Taj Mahal es una maravilla de formas y proporciones; está situado sobre una plataforma de mármol a la que se accede descalzo o con los zapatos cubiertos por unas babuchas que allí proporcionan. Se trata de un edificio cuadrado con las esquinas truncadas por lo que adquiere forma octogonal irregular. En cada una de las cuatro fachadas, unos arcos ordenados en dos pisos flanquean un alto arco central cuyo reborde se levanta más alto que el resto de la fachada. El chaflán correspondiente a cada esquina tiene la misma anchura y estructura que las partes laterales de las fachadas principales, de forma que entre cada gran arco y el siguiente hay tres lados iguales que dan la vuelta a la esquina armoniosamente.
Sobre el edificio hay una gran cúpula en el centro que es la Corona del palacio, Taj Mahal. Rodeando a esta hay cuatro chattris de cúpulas mas pequeñas; y en los extremos de la plataforma se alzan cuatro minaretes culminados en cúpulas mas pequeñas aún, construidos con cierta inclinación hacia afuera para que, en caso de derrumbamiento, no caigan sobre el edificio principal. Pináculos metálicos rematan todas las cúpulas.
A ambos lados de este conjunto se hallan dos edificios idénticos: al oeste una mezquita de tres cúpulas construida en arenisca roja y mármol blanco,
al este el llamado eco de la mezquita que no se usa para el culto por estar orientado en dirección errónea y cuya finalidad es mantener la simetría.
En el interior del mausoleo hay una sala octogonal central, con cuatro salas octogonales más pequeñas alrededor. Los cenotafios se hallan en el centro de la cámara principal y están rodeados por una celosía octogonal de mármol labrado con incrustaciones en sus partes macizas; el del emperador a un lado, el de su esposa en el centro, ya que tan inmenso edificio, en principio, fue construido solo para ella. Pero no es aquí donde reposan sus restos, los sarcófagos verdaderos están, según se dice, en una cámara subterránea inmediatamente debajo. Las paredes del interior están también decoradas con incrustaciones. La escala de los motivos es muy variable, y estos se disponen, tanto en el exterior como en el interior, con exquisito gusto y moderación, ya que ninguna parte del edificio resulta recargada por los decorados, y hay muchas superficies en las que el mármol es liso.
Se dice que el emperador Shah Jahan quería construir su propio mausoleo en mármol negro, a imagen y semejanza del de su esposa, al otro lado del río Yamuna, y unir después ambos mediante un puente de oro. Hoy, al otro lado del río, frente al Taj Mahal, queda un resto, en piedra roja, de lo que se dice que fue el inicio de la construcción del edificio gemelo del Taj Mahal.
No llegó a construirse ya que Aurangzeb, tercer hijo de Shah Jahan, después de vencer a sus hermanos y hacerse con el poder, encarceló a su propio padre en la fortaleza roja de Agra. Shah Jahan murió en prisión, después de largos años de enfermedad, contemplando desde sus alojamientos en el Fuerte Rojo el Taj Mahal, su gran obra, monumento a su amada y refugio para el descanso eterno de ambos.
La prenda de amor de un emperador:
Agra, es la ciudad capital del gran imperio Mongol, creado en 1526 y que perdura hasta 1857. Su fundador fue Babur un descendiente de Gengis Khan, de religión islámica y que logra esto tras conquistar el norte de la India. A partir de aquí todos los emperadores que le suceden dedicarían gran parte de su esfuerzo en edificar hermosos monumentos y embellecer dicha ciudad.
A diferencia de la arquitectura cristiana, en la islámica la distinción entre edificios civiles y religiosos en de menor acentuación. Esta arquitectura islámica era aquella introducida en el subcontinente entre los siglos XI y XII, la cual tenía una continuada tradición persa. La geometría, la simetría y el equilibrio son características básicas de la misma y cada elemento aislado se inserta dentro de un marco unificador de compleja decoración geométrica. Denotando así, la intención de señalar el dominio en la fe coránica. Por lo tanto, la oración es el eje que configura la construcción, en donde todas aquellas se orientan hacia la santa ciudad, es decir hacia La Meca.
La prenda de amor de un emperador:
Agra, es la ciudad capital del gran imperio Mongol, creado en 1526 y que perdura hasta 1857. Su fundador fue Babur un descendiente de Gengis Khan, de religión islámica y que logra esto tras conquistar el norte de la India. A partir de aquí todos los emperadores que le suceden dedicarían gran parte de su esfuerzo en edificar hermosos monumentos y embellecer dicha ciudad.
A diferencia de la arquitectura cristiana, en la islámica la distinción entre edificios civiles y religiosos en de menor acentuación. Esta arquitectura islámica era aquella introducida en el subcontinente entre los siglos XI y XII, la cual tenía una continuada tradición persa. La geometría, la simetría y el equilibrio son características básicas de la misma y cada elemento aislado se inserta dentro de un marco unificador de compleja decoración geométrica. Denotando así, la intención de señalar el dominio en la fe coránica. Por lo tanto, la oración es el eje que configura la construcción, en donde todas aquellas se orientan hacia la santa ciudad, es decir hacia La Meca.
La edificación de los majestuosos palacios fue característico de cada emperador mongol, quien luego de su muerte lo transformaba en su sepulcro y el de sus esposas costumbre emblemática de este Imperio. Cada uno de ellos fue construido en mármol, con grandes jardines como entradas al mismo. Pero sin lugar a dudas el Taj Mahal, es el más simbólico de todos ellos. Es un monumento de amor que lo imagino Sha Jahan como ofrenda a su mas amada esposa, Mumtaz Mahal, tras su muerte (1631). Este sultán mongol, era un enamorado del arte y la belleza. A el se le atribuyen más obras de artes, sin embargo todos los estudiosos están de acuerdo en que la gran gloria del Taj Mahal reside en la cuidadosa simetría con que sus elementos conocidos se han reunido para formar un conjunto de particular armonía.
La construcción
El edificio empezó a construirse hacia 1632, según los planos de un consejo de arquitectos procedentes de India, Persia y Asia central, aunque parece que el auténtico inspirador fue el propio emperador. Trabajaron en su realización más de 20.000 obreros; las obras del mausoleo concluyeron en 1643 y ¡as de las dependencias adjuntas en 1649. En total, el proyecto ocupó veintidós años y costó cuarenta millones de rupias. Se conocen los nombres de algunos de los maestros que participaron en la empresa: el turco Ismail Afandi, que diseñó las cúpulas; Qazim Khan, de Lahore; Chíranji Lal, de Delhi, que se encargó de los mosaicos; el cantero Amir Ah, de Beluchistán; Amanta Khan, de Shiraz (Persia), insigne calígrafo. El maestro de obras fue el turco Listad Isa; la leyenda cuenta que, cuando el edificio estuvo acabado, Jehan ordenó cortar su mano para impedir que pudiese repetir una’ obra semejante. En los escritos de un misionero portugués de la época parece aludirse a la posible intervención de un artista italiano, Jerónimo Veroneo. Aunque efectivamente vivió en Agra durante esos años, nada parece apoyar de forma seria esta hipótesis.
La entrada
El recinto está flanqueado al norte y al sur por dos sectores oblongos más pequeños: en el meridional se alza una puerta de piedra arenisca que da entrada al complejo y algunos edificios auxiliares de finalidad incierta; en el septentrional, paralelo al cauce del Yamuna, se levanta el mausoleo. El emperador accedía al lugar por el río, en barca, junto con su séquito. Los demás visitantes debían entrar por un gran patio, en el lado sur, donde se daba la limosna a los pobres y donde, en cada aniversario de la muerte de Muntaz, se distribuían enormes sumas de dinero entre los menos favorecidos.
En el mundo musulmán, estas puertas también tenían un fuerte simbolismo, pues representaban la entrada al paraíso: desde el punto de vista metafísico, eran consideradas el punto de transición entre el mundo exterior de los sentidos y el mundo interior del espíritu.
Los jardines
El complejo, alineado de norte a sur, tiene una planta rectangular de 580 m de largo por 305 de ancho. En el centro ‘del rectángulo se sitúa un jardín cuadrado de 300 m, cuyo eje principal se extiende de sur a norte, desde la puerta hasta el mausoleo. Con una extensión de 6,9 hectáreas, fue proyectado como representación del paraíso terrenal, al estilo de los jardines persas introducidos en la India por Babur, el primer emperador mogol. Originalmente contenían multitud de flores y árboles exóticos, todo: ellos en disposición geométrica y perfectamente simétrica: los jardineros trabajaron con el empeño consciente de traducir la perfección celeste a términos terrenales, siguiendo una serie de fórmulas bien conocidas. Así, el cuatro, número sagrado en e Islam, fue la base de todo el diseño.
Los canales, símbolo de los cuatro ríos del paraíso (de los que, según la tradición, manaba agua, leche, vino y miel), con fuentes y flanqueados de cipreses (que, además de dar sombra, acentúan las líneas de la perspectiva), se cruzan en el centro formando un estanque de nenúfares en mármol blanco, algo elevado del suelo; símbolo dealKawthar, el estanque celestial de la abundancia mencionado en el Corán, fue concebido para que el mausoleo se reflejara en sus aguas. Cada una de las cuatro partes que delimitan los canales está dividida en dieciséis parterres por caminos de piedra.
En la arquitectura mogol, el agua se utiliza tanto para los rituales de ablución como para humidificar y enfriar el ambiente, una sabía combinación del significado religioso con la necesidad práctica. Se extraía del río y se introducía en unos canales subterráneos desde los que se derivaba para llenar los estanques y regar os jardines.
Mezquita y jawab
El mausoleo propiamente dicho está flanqueado al este y al oeste por dos edificios simétricos idénticos, la mezquita, al oeste y, al este, el correspondiente jawab o «respuesta». Sobre la finalidad de este segundo edificio, se ha supuesto que servía como albergue de peregrinos, lugar de reunión de los fieles antes de la oración; sin embargo, lo más probable es que su propósito último fuera puramente arquitectónico, para dotar de equilibrio estético al conjunto y contribuir a la simetría de las estructuras situadas en la plataforma.
Un alto muro con torres octogonales rodea la sección norte y el jardín central; quedan fuera, por el sur, los establos y estancias para los guardias. En el lado occidental, cerca de la mezquita, se sitúa un pequeño recinto de piedra para recordar el primer lugar donde fueron depositados los restos de Muntaz Mahal.
El mausoleo
Mezquita y jawab estaban realizados en arenisca roja, que contrasta con la blancura del mármol de Makrana del mausoleo, elevado sobre un plinto de mármol de siete metros de alto. Un talud de piedra protege al jardín de la erosión del río.
De planta cuadrada, el mausoleo tiene cuatro fachadas idénticas, con esquinas achaflanadas y un impresionante arco de 33 m de alto en cada una de ellas, enmarcado con bandas de caligrafía en relieve. Los artesanos que trazaron estos relieves con versículos del Corán utilizaron un truco óptico, consistente en ir aumentando el tamaño de las letras a medida que aumentaba la distancia, para conseguir que sus dimensiones parecieran idénticas.
Los grandes nichos abovedados están enmarcados con motivos florales (rosas, narcisos, tulipanes), a base de incrustaciones de piedras semipreciosas, cristales minerales y lapislázuli, además de inscripciones en piedra negra. Esta misma decoración se prolonga en el interior en las enjutas de los arcos y en las bóvedas.
La hermosa cúpula bulbosa situada sobre el salón central se levanta sobre un tambor rodeado de cuatro torres octogonales, cada una rematada por un pequeño pabellón cupulado. La estructura interior tiene una altura de 24,4 m y sobre ella se dispone otra cúpula exterior muy peraltada que estiliza el perfil del edificio. El remate externo está constituido por una aguja de latón de 17,1 m de altura.
Debajo de la gran cúpula se halla la sala octogonal del sepulcro, con grandes nichos y puertas que dan acceso a las demás estancias, decoradas con relieves de mármol blanco, igual que los cenotafios de Shah Jehan y Muntaz Mahal; los auténticos sarcófagos ocupan una cripta, al nivel del jardín.
Junto a las cuatro torres octogonales, o chattri, rematadas también con pequeñas cúpulas, se disponen cuatro minaretes, en las esquinas de la plataforma sobre. la que se levanta toda la construcción, que completan la armonía geométrica del conjunto. Estos minaretes tienen una exclusiva función formal, para resaltar la composición central con la cúpula.
El material constructivo es el ladrillo forrado de placas de mármol blanco, cuyo tono cambia según la luz del día, creando una sutil variación que produce una sensación de tranquilidad inmaterial. La decoración geométrica y floral, con incrustaciones de lapislázuli, coral, ámbar y jade, enmarca todos los vanos del edificio y se completa con versículos del Corán incrustados en piedra negra.
Además de impulsar la construcción del Taj Mahal, el sultán Shah Jahan fundó la ciudad de Shajahanabad (Viejo Delhi), ampliando el palacio-fortaleza (1639-48) que alberga la magnífica mezquita de La Perla (1646-54). Los edificios erigidos bajo su reinado dan muestra del poder y vitalidad de las dinastías mogolas.
El Taj Mahal tiene algo de mágico, propiedad que le confiere el mármol del que está formado; cambia de color según la luz que recibe: blanco brillante cuando hace sol, destacando en el inmenso cielo azul, nublado y trata de confundirse con el cielo. Aunque es de todos conocido, cuando se observa allí, directamente, resulta nuevo, original, único, perfecto; siempre sorprende al visitante que no se cansa de mirarlo. Si lo único que se pudiera hacer en la India fuese ver el Taj Mahal merecería la pena el viaje a aquel país tan lejano. Pero también es verdad que en la India hay mucho mas que el Taj Mahal, y también merecería la pena el viaje para ver todo lo demás: monumentos, pueblos y ciudades, gentes, paisajes.